martes, 24 de diciembre de 2013

New year

Termina este 2013, termina un año lleno de aciertos, problemas, discusiones, días de mierda, buenos humores, besos, amores, desamores, recuerdos, gente nueva, personas que desaparecieron de tu vida. Termina un año como todos los otros, pero siempre recordamos algo de cada año. Ya sea bueno o malo, nuestra memoria se basa en pequeños retazos de vida que nos llevamos día a día. Y es así como vamos catalogando cada año, buscando buenos y malos momentos, para transformarlo en un todo.
Este año no aprendí a no amar. Aunque realmente me lo propuse, no pude dejar de enamorarme de nuevo, de querer experimentar nuevas cosas, de conocer más gente.
No aprendí a no cometer los mismos errores ni a no tropezar con la misma piedra más de una vez. Seguí repitiendo lo mismo, haciendo las mismas cosas mal con personas diferentes.
No aprendí a no ser sensible. Siempre fui, soy y voy a serlo aunque me cuesten lágrimas desubicadas.
No aprendí a no llorar para descargarme, ni a guardarme las cosas para mí (aunque muchas veces debería haberlo echo). No aprendí a delinearme bien sin pasarme, ni a no babosearme. Tampoco aprendí a dormir las 8 horas necesarias.
No aprendí a no exigirme, ni a dejar de pretender más de mí misma.
Tampoco aprendí a olvidar, aunque sí a superar, a pesar de que fue difícil.
Lo que sí logré aprender de este año fue que siempre nos vamos a ilusionar con algo. También que hay personas que van a irse, pero también otras que van a venir. Aprendí que existen las segundas, y hasta terceras oportunidades, y que hay que saber darlas. Aprendí que todo tiene solución, aprendí a no quedarme de brazos cruzados y a buscar nuevos resultados. Aprendí a no conformarme con nada y a defender mis opiniones. Aprendí que a veces está bien ser un poquitito hija de puta. Aprendí que la tele no es la única ventana al mundo exterior. Aprendí a ser fuerte, a demostrarme fuerte y a sacar sonrisas a pesar de que todo esté mal. Aprendí que todas somos princesas adentro nuestro, aunque por fuera no seamos perfectas. Aprendí a hacer lo que me gusta y a luchar por mantenerme en pie.
Ojalá aprenda algún día a no repetir errores, a respetar y tolerar más, ojalá aprenda algún día que si bien el destino existe, nada va a suceder si no ponemos nuestra parte.
Así como este año termina con un punto final, empieza un nuevo año, que puede ser mejor o peor que éste pero sin dudas vamos a tener más experiencias, cosas que nunca antes habíamos vivido, primeras veces para todo, y 365 nuevas oportunidades para cambiar nuestro destino. Es tiempo de volver a empezar, de olvidar cualquier cosa que haya pasado en el 2013 y seguir adelante. Es tiempo de tomar riesgos y dejar de pensar tanto en qué es lo que puede salir mal, sino en qué puede salir bien. Es tiempo de valorar cada día, cada hora, minuto y segundo, y hacer de eso lo mejor.
Hacé una lista de cosas para cumplir en tu 2014, proponete metas. Y cumplilas.
Que este año nuevo valga la pena!

martes, 10 de diciembre de 2013

Resaca de un final

Hablemos de ese quebrantaje interior y exterior que tratás se vea lo más fino posible. Ahí te diste cuenta que realmente ahogaste todas tus penas en alcohol.
Es obvio que no te da una solución, no te hace ver la salida, pero por lo menos ayuda a olvidar todo lo malo, hacerte creer que estás bien por un pequeño lapso de tiempo en el que te sentís la persona más feliz y desgraciada del mundo, simultáneamente.
Uno, dos, tres vasos de vodka, tratando de sacarte a vos de mi cabeza, entender que todo ya fue y que nunca se va a poder dar exactamente como queríamos.
Cuatro, cinco, seis; buscándole la vuelta para que tu nombre pierda sentido.
Al séptimo ya no entendés nada, ves borroso, te mareás, tus amigas al lado te ven llorar, y ya es imposible controlarte. Demasiada concentración en tu sangre de cosas que no deberían estar ahí. Pero todavía después de haberte tomado la vida, de haber estado con veinte pibes más, de haber creído que lo ibas a olvidar, cuando se pasa el efecto del alcohol, vuelve. Y no se va, porque no existe goma que borre marcador permanente.
Hoy tengo mi vaso a la mitad y no pienso olvidarte. Por más que me duela profundamente en el corazón, me propuse acordarme de todo lo que viví con vos, y refregárselo al mundo. Porque así con las subidas y bajadas, fuiste un pasado transformado en presente muchos días y noches. Y fuiste la repetición de error que marcó mi 2013.
Por eso cuando me acuerde de este año, algún día cuando sea viejita y recuerde mi adolescencia, va a estar tu nombre adjunto a las memorias. Voy a acordarme que fuimos dos nenes que jugaban con el amor. Y ninguna mezcla alcohólica va a poder borrar ese lugar que ocupás vos adentro mío.

De nada sirve sacarte de mi mente si ya te tengo tan adentro en mi corazón.

domingo, 8 de diciembre de 2013

En reversa

El otro día se me ocurrió ordenar mi cuarto y encontré mi cajita de recuerdos. Capaz más que de recuerdos, es una especie de caja de pandora: nadie sabe con lo que me puedo encontrar adentro. Cartas, cosas, accesorios, mensajitos, fotos, todo se refiere a una diferente parte de mi vida que consideré lo suficientemente importante para guardar y nunca olvidar.
Aunque es bastante contradictorio guardarlas; conservar algo que me ayude a recordarlas es admitir que las puedo olvidar. Y eso seguro es cierto.
Encuentro la primera carta de mi primer noviecito de primaria. Cortamos a la semana y todavía nos "amábamos".
Buscando más abajo hay una carta de mi abuela. Dice que había cumplido tres años, y "ya estaba grande". Encuentro un poema que escribí referido a la primavera del 2003.
Encuentro una tarjeta de Neverland y una guía de piano, y me arrepiento de no haber seguido estudiando.
Más abajo está una foto de mi papá y yo. Y es ahí cuando ya empiezo a extrañar el estar con él sin pelearnos constantemente.
Me acordé de lo inocente y pura que solía ser. De lo hermosa que es la niñez.
Me di cuenta que nunca tuve que haber crecido tanto. Nunca tuve que haber visto la vida en la realidad tan dura y fuerte que realmente es. Nunca tuve que haber aprendido demasiado.
Aprendí cómo la gente no sabe querer ni amar. Porque hoy en día el amor es cosa de una noche, o de una cama. Desvalorizamos tanto a las personas que las tratamos de objetos, de cosas con las cuales jugar y usar.
Aprendí sobre la indiferencia. Sobre cómo al otro no le importa en absoluto si nos hiere o nos tira abajo.
Aprendí cómo todos nos destruimos entre nosotros, cómo la envidia y los celos nos rodean y nos hacen desear el mal.
Aprendí sobre la desigualdad, cómo uno siempre está por arriba del otro, todos valen más o menos.
Maduré, me contaminé, y aprendí de mentiras, sufrimientos, enfermedades, guerras, dolor y muerte.
Aprendí cómo el dinero maneja nuestras vidas. Cómo ya no importa el sentir, sino el conseguir, y cada vez más, sin importarnos las consecuencias.
Soy sincera, y me gustaría volver a esos tiempos en donde no sabía tanto. En donde mis únicas preocupaciones eran no hacerme pis encima o ser la primera en subirme a la calesita.
Me gustaría no haber aprendido tantas cosas sobre el mundo, y daría lo que sea por volver el tiempo atrás y hacer que nunca nadie hubiese aprendido.

Así, a pesar de ser intelectualmente inferiores, hubiéramos sido más felices.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Miedo

Desde el miedo más simple a las arañas, hasta la fobia más compleja.
Miedo a nosotros mismos. A nuestros impulsos. A fracasar. Miedo a no formar más parte de este mundo. A las vueltas de la vida. Miedo al cambio. A salir de la rutina. Miedo a no ser aceptado, a no ser querido. Miedo al odio, y por qué no, al amor. Miedo a ser lastimados. Miedo a la muerte, miedo a vivir.
Miedo a no ser suficiente. Miedo a las adicciones. Miedo a perder a alguien.
Tememos a nuestras decisiones, le tenemos miedo al futuro, o al pasado. 
Cada cual con su miedo, cada cual con su talón de aquiles, su punto quebrantable. Todos tenemos ese peso sobre nuestras espaldas que vamos a cargar siempre. Eso que a veces olvidamos, pero no superamos. Ese es tu punto débil, lo que te podría tirar abajo en cualquier situación.
Pero los miedos no se trata de tenerlos, se trata de superarlos, se trata de ponernos cada día en situaciones más riesgosas, en tomar desafíos y propuestas. En no elegir el camino fácil, porque solamente así vamos a poder autosuperarnos, competir contra nuestros miedos, nuestros terrores, y finalmente, ganar.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Abecedario

Arreglá todo lo que él rompió.
Buscame todas las veces que sean necesarias, porque él no va a ser fácil de olvidar. 
Confiá en mi, en mis palabras y en mis actos, en todo lo que alguna vez viví, en mis canciones, mis versos y mis declaraciones. 
Decime lo que sentís por mi. 
Enseñame lo que es la realidad, llevame a conocer todo eso que te hace feliz. 
Fijate en mis gestos, en lo que mis ojos muestran, porque son ellos los que van a decir siempre la verdad.
Guiame en mi camino, mostrame las puertas abiertas y abrime las cerradas.
Husmeá en mi mente, sacame de la boca todos mis sentimientos, sacame todos mis secretos y guardalos.
Involucrame en tu vida, haceme saber más de vos. 
Jugá conmigo a ver quién quiere más. Ganá vos.
Que exista el Karma entra los dos, que lo hagamos existir. 
Luchemos por seguir adelante sin complicaciones.
Mimame, acariciame, dame calor siempre que lo necesite.
Nunca me dejes caer. 
SoÑemos juntos a ser eternos, a pensar en nuestra vejez, nuestro futuro. 
Olvidemos todas las peleas tontas, nos perdonemos siempre.
Permanezcamos lo suficiente sin que el amor se convierta en costumbre. 
Quereme siempre, tanto en nuestra intimidad como en lo que mostramos. 
Reconquistame todos los días.
Seamos la parejita del año, esa que todos conozcan y admiren por la estabilidad y la ternura.
Tonteemos siempre que podamos, salgamos todos los días a caminar, nos revolquemos en el pasto como nenes, que la inmadurez permanezca siempre.
U todas tus jugadas para mantenerme enamorada. 
Valorá mis acciones, porque me cuesta mucho darte todo de mí, me cuesta confiar cuando ya me rompieron varias veces. 
Publiquemos miles de fotos tiernísimas en la Web de Instagram, WeHeartIt, Twitter, Tumblr y Facebook. Demos celos, demos envidia, que las personas se sigan preguntando: "Y estos siguen estando juntos?"
EXtrañame cuando no esté y cuando esté pero no me sientas presente. 
Seamos eternos, sigamos juntos hasta que los dos Yazgamos enterrados.
Zafemos de las críticas, de los rumores, no nos dejemos llevar por los demás. 

Seamos felices para siempre.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Vivir y dejar morir

Creo que finalmente las cosas me están empezando a salir mejor.
Él, obvio que sigue sin darme bola, pero me está importando menos.
Estoy apoyándome más en mis amigas, apartándome de las caretas, desenmascarando gente.
Estoy buscando más a mi familia, relacionándome mejor con mis hermanas, aunque con mis papás sigo totalmente distanciada.
Estoy empezando a callar mis problemas, porque aprendí que a nadie le importan además de a mí.
Me estoy cuidando más de los errores, de las pelotudeces, de las acciones sin pensar.
Estoy tranquila, sin la atención de los demás, buscando esconderme. Y lo estoy logrando.
Estoy recuperando viejas amistades, que sé que nunca me fallaron ni lo van a hacer.
Estoy dejando de escuchar su canción, porque me doy cuenta que la canto sola.
No le paso cabida a nadie, pero supongo que va a seguir siendo así hasta que él se borre completamente de mí.
Ay. Él. Él sigue siendo mi problema constante. Aunque finja que no me importa, que ya no siento nada, no existe palabra para describir todas las cosas que se me pasan por el estómago cuando pienso en él. Y en ese beso. Y en lo imbécil que fui por ilusionarme con semejante pequeñez. Con todas sus palabras, que en el momento parecían tan sinceras. 
Todo lo que escribo va a terminar hablando de él?
Y sí, me enferma que pase tanto por mi cabeza. El recuerdo de su imagen cerca mío vive presente todos los días, y me hunde pasar por al lado suyo sin poder saludarlo, sin poder abrazarlo, sentir sus cachetes gigantes, compartir su sonrisa perfecta, revolver su pelo, agarrar sus brazos, acostarme en su hombro. 
Y él va a ser un gato, porque sabe que me hace mal. Y porque puede.
Y yo acá, sin darle mucha vuelta, sin devolverle nada, fingiendo que ya fue, besando otros labios imaginando que son los suyos. Queriendo sentir algo de nuevo, con alguien más. Tratando de olvidarlo, sin justamente querer eso.
Y mentira, me sigue importando.
Mentira, sigo escuchando su canción.
Mentira, sigo cometiendo errores, sigo sin pensar mis acciones.
Mentira, sigo sin apoyarme en nadie, apoyándome a mí misma.
Mentira, no estoy tranquila.
Sigo tratando de buscarle una solución a este problema tan grande que es olvidarte.

lunes, 14 de octubre de 2013

Labios de infiel

Existirán todavía hombres honestos? O seremos las mujeres las ilusas? Existirá algún ser de género masculino que sepa quedarse con una sola, que se guarde las manos, los labios, la pija? Existirá algún ideal, no del hombre perfecto, sino del hombre fiel? Existirán los Hombres (propiamente dichos), que saben jugársela, que no esconden nada, que saben cuidar, respetar y valorar?
No sé si ya no hay hombres en el mundo o si hay demasiadas trolas dando vuelta, pero cada vez hay más situaciones de infidelidad. A dónde quedaron los príncipes azules? Solamente existen en los cuentos, en las películas. Y así es como idealizamos al pibe que vimos perfecto, o imperfecto pero con esos detalles que hacían que lo quisiéramos tanto.
Pero es horrible el balde de agua helada que se nos viene encima cuando vemos la realidad, y es que ese chico que veíamos tan divino, tan fiel, tan nuestro, no era así.
Cuesta aceptarlo, cuesta creerlo, cuesta buscarle la vuelta para que todo no sea cierto, para que todo sea un mal sueño y que despertemos al día siguiente con un mensaje de él, como siempre, como la normalidad a la que ya nos habíamos acostumbrado y apegado tanto. Estamos tan rotas, se perdió todo, se arruinó todo. Tuvimos suficiente de todo. Tiramos cartas, fotos, rompimos regalitos, el mentiroso de mierda nos sacó toda la ilusión que teníamos. Nos habíamos imaginado toda una vida con él. Tanto tiempo, tantos besos, tantas palabras, tantas promesas, al pedo. Para sacarnos todo, entregarnos totalmente, abrir nuestro corazón, y que nos lo rompan sin cuidado.

A vos te digo, infiel, hombre sin huevos, cara rota, me das tanto asco, y tanta pena. 
Cómo pudiste vivir tanto tiempo sin culpa? Cómo pudiste seguir con tu noviazgo, seguir diciéndole "te amo" a ella, sabiendo que la habías engañado, habías infectado su relación? No te pudiste guardar las manos para vos mismo. No pudiste aguantarte las ganas de otra mujer. Elegiste la lujuria y así te fue. Perdiste toda tu hombría. Perdiste el respeto de todos. Perdiste la confianza para siempre. Perdiste tu dignidad, tu orgullo, tu ego. Perdiste tu vida de antes, con la que tan cómodo estabas, por una noche. Cambiaste un amor sincero por una puta. Perdiste su corazón, su entrega, sus abrazos, sus besos, su apoyo. La perdiste a ella. 
Te va a volver, y con mas intensidad. Y mil veces peor. Porque todo lo que das la vida te devuelve. Y se va a cumplir el karma. 
Te arrepentís pero es demasiado tarde. Nunca más van a confiar en vos. Te ganaste la fama de estúpido e insensato.

"No aclares que oscurece"


viernes, 13 de septiembre de 2013

Antología de credos

No creo en que las cosas se dan a su debido tiempo, o que se dan cuando y como se tengan que dar. No creo en el destino. No creo en la única oportunidad.  No creo en que las cosas vienen por sí solas, y no creo en darse por vencido justificándose con que si no se tiene que dar, no se va a dar.
Yo creo en la iniciativa. Creo en las segundas, terceras y mil y una oportunidades. Creo en volver a tratar. Creo en que las cosas se pueden dar como nosotros queramos, basta con perseverar. Creo en poder diseñar nuestro propio futuro. Creo en que las situaciones suceden en consecuencia de nuestras acciones. Creo en el karma. En que todo vuelve. En que la vida es un espejo que refleja lo que das. Creo en aprender a prueba y error. En que si no pasó todavía, puede llegar a pasar. En que siempre se puede seguir intentando conseguir lo que se quiere, con noción sobre lo correcto. En que la vida no es mala ni buena, ni tiene cosas definidas para nuestro camino. Tengo la idea de que todo pasa de forma improvisada y depende de nuestras decisiones para seguir.
Porque al final, si no somos nosotros los responsables de cambiar nuestras vidas, ¿entonces quién?

martes, 3 de septiembre de 2013

Ohana

Tan cerca y tan lejos.
La misma sangre, pero corazones tan distintos.
Almas que se repelen.
O capaz, es que somos tan iguales que no soportamos tenernos cerca.
Como los polos magnéticos... pero no.
Hasta cuándo vamos a tener estas peleas? Hasta cuándo vas a seguir insultándome, pegándome, tratándome mal? Hasta cuándo yo te voy a responder igual o peor, tratando de defenderme de tus palabras? Hasta cuándo seguir soportando esto? Cuándo vamos a poder entendernos?
Cuándo vas a entender que no soy perfecta, ni que tampoco puedo serlo? Cuándo me vas a aceptar? Cuándo vas a dejar de ver todo, absolutamente todo lo malo de mí, y a empezar a darte cuenta de lo bueno? Cuándo vas a dejar de exigirme cosas imposibles, de tratar de manipularme, de enojarte de la nada?
Los moretones no enseñan. Los insultos no hacen pensar. Las marcas duelen.
Te quejás de que tengo mala cara, pero alguna vez te interesaste en saber por qué? Lo único que ves son mis malos humores, cuando vos tenés cinco mil por día y todos te tienen que entender. Hasta cuándo la desigualdad? No valgo menos que vos. No soy menos que vos. Una relación de padre-hija no se tiene que basar en órdenes, pedidos, retos, carcomidas de cabeza siempre arrancando más y más, daños, no solamente físicos sino psicológicos, porque las palabras también golpean y afectan.
El mayor siempre por encima del menor. Sí, podés ser más fuerte, tener más conocimientos, pero somos los dos seres humanos. Yo también soy persona. Yo también tengo valores y pensamientos, y que sea menor o que yo piense distinto a vos no quiere decir que esas ideas valgan menos que las tuyas.
Que sea más chica no me hace menos importante.
Exigís, exigís perfección continuamente. Exigís respeto, paz, amor, cariño. Exigís lo que vos no tenés ni podrías dar nunca.
Callás a mi mamá. La sometés. Permanentemente censurás su palabra, y la puteás de arriba a abajo cuando te lo hace a vos. La llevás por tu mismo camino, por el camino de la violencia. ¿O esos moretones que ella me dejó no fueron también tuyos? ¿Te acordás de ese día? Y quizás lo peor es que negás todo. Capaz lo peor es que decís que es "tu forma de educar". Capaz lo peor es que estás orgulloso de esa forma.
Educar a golpes no forma, deforma. Levantar la mano con un hijo es sobrepasar todos los límites.
Pensá un poco, vos querés respeto, buenos tratos, pero ¿vos los estás dando? Personalmente no soy incondicional, no voy a dar lo que no recibo. Si querés algo de mí asegurate antes de habérmelo dado vos. No te voy a respetar si vos no me respetás. No te voy a querer si vos no me querés. Vos me insultás, yo te insulto a cambio. Conmigo es así, así funciona. No me va esa "técnica" tuya de enseñanza que implica tirarle mierda a todo el mundo y que el resto te devuelva flores. Odio tu forma de tratar de imponerte dándonos MIEDO. ¿Qué logras con eso? Yo no te sigo la corriente. No me someto como mamá, no te tengo miedo como mis hermanas. Y perdoname si está mal, si va contra tus principios, pero soy así y no voy a cambiar. Y menos por vos. No voy a dejar que me destruyas, que salgas impune de todo lo que hacés, no voy a permitir que me deformes.
Que me hayas dado la vida no implica que después pretendas obtenerla porque te recuerdo, papá, que uno no puede manejar a los hijos como títeres. Yo manejo mi vida, mis decisiones, mis experiencias. ¡Después no te sorprendas!
Además, no es darme la vida y después hacer lo que se quiere con ese cuerpito, esa alma, ese hijo. No, después hay que dar amor, apoyo, SIEMPRE, no por un tiempo para así después echarme en cara "todo lo que hacés por mi". Cuánto hiciste por mí que mi mamá no haya hecho tampoco? Por qué tenés que ser vos el que quiera tener el control en mi vida y no los dos? Sí, me mantenés, me das comida, pero amor? Cariño? Eso nunca. Y es esencial.
El día que sepas decirme las cosas bien, que sepas cómo cuidarme, que te des cuenta de lo mal que me hacés, de cuánto sufro, ese día vamos a llevarnos bien. Cuando recapacites en que estás "educando" a una hija que trata todo el tiempo de ser alguien para que vos la aceptes. Todos estos años tratando de ser mejor alumna, mejor música, rompiéndome el orto en inglés, en el colegio, todo para que cuando llegue a casa te agarre la loca, me insultes, me digas que lo que hago no es suficiente, que me falta tanto, que siempre hago todo mal, que soy una "inútil", "desagradecida", que "no te respeto".
BASTA.
Te pido, papá: no pretendas recibir lo que vos no das. No quieras que yo sea perfecta porque no lo soy y tampoco busco serlo. No busques amor cuando vos repartís odio, ni respeto cuando regalás insultos. No pido que me quieras, pero pido que me entiendas, a fin de cuentas sos mi papá. Algo tuyo debo haber heredado.
Sabeme conducir, sabeme guiar, pero no a los golpes. Hay otras formas. Te prometo que voy a hacer lo que sea para llevarme bien con vos. Y ojalá te des cuenta algún día de todo esto que causás en mí. Porque a pesar de todo te quiero, me criaste desde bebé, me hiciste fuerte. Pero cada día esto se deteriora más.

Te quiero, papá. Ojalá algún día vos también lo hagas.

domingo, 18 de agosto de 2013

Prejuicios ignorantes

Por todas esas personas juzgadas. A la que le dicen "insegura", a la que le dicen "puta", a la que la molestan por ser "gorda", "flaca", "emo", "histerica", "bipolar", "matona". Por todas esas etiquetas que son puestas sin conocer. Qué sabés vos de las cosas por las que tuvo que pasar esa persona? Conocés su historia? Conocés sus razones? Qué harías VOS en su lugar? Qué sabés los problemas que puede tener cada una? A la "insegura" puede tener baja autoestima, la pueden haber tirado abajo alguna vez y no volvió a subir. La "puta" puede haber sido abandonada, y busca sentir de nuevo. La "gorda" puede tener algún problema inevitable, y ese adjetivo le puede pesar tanto como para dejar de comer. La "flaca" busca permanentemente aumentar para callar las críticas. La "emo" capaz se corta, capaz se odia a sí misma, la critican, se siente sola y busca un escape. La "histérica" puede tratar de estar ocultando tristeza. La "bipolar" puede tener recuerdos que la hunden de vez en cuando. A la "matona" le pueden pegar en su casa.
Tan acostumbrados estamos a juzgar a las personas? Tenemos derecho, por el simple hecho de ser seres sociales, a criticar a los demás? Por el simple hecho de estar tan habituados a hacerlo, a que nos lo hagan a nosotros? Tan ligados a las opiniones de los demás? Buscando siempre consentir al otro? Que fácil que es así, no? Desvalorizar al otro antes que me lo hagan a mí. Antes que descubran todos mis defectos, antes que sepan que finjo no tener problema alguno, finjo sonrisa, porque "Está todo bien, en serio".
Pensemos un poquito la próxima vez que etiquetemos a alguien con adjetivos que no nos gustaría que nos pusieran encima. Pensemos si realmente haríamos eso que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.

Vos, pensá, ponete en mi lugar, en el lugar de los otros, antes de juzgar.

viernes, 19 de julio de 2013

Arrancándome los pelos

Hola, mirá, existo. Estoy viva, y aunque no totalmente sana del corazón, todavía pienso en algo más aparte de en vos. Capaz algún día me despierte de una vez, me caiga la ficha en que fui una más para vos y nada más que eso. La diferencia es que vos no fuiste uno más, vos me enamoraste. Yo te veo y quiero pegarle mil trompadas a la pared, quiero arrancarme los pelos, de la impotencia que me da saber que nunca voy a estar con vos, que aunque dí todo lo que pude, igual no fue suficiente; que conmigo no te alcanzaba.
Perdoname, perdoname por engancharme y por enamorarme. Perdoname si te molesté, o te molesto. Perdoname si quiero que todo sea como antes, cuando por lo menos parecía que me querías un poquito. Perdoname por intentar buscar cosas en vos que definitivamente no tenés, perdoname por confiar en vos y por entregarme tan estúpidamente. Perdoname por ilusionarme.
La vida nos pone permanentemente a prueba de cuánto más podemos aguantar. Y así voy a bancármela como siempre, y me voy a fumar verte con otras, vos también fumate verme con otros, porque si así es como lo querés, entonces así lo vas a tener.
Porque si me hubieras querido en serio, como tanto decías, hoy no estaría escribiendo sola en mi habitación. Estarías acá al lado mio. Estaríamos riendo.
Estaría feliz.
Pero quedate tranquilo, algún día te voy a superar.
Algún día se me va a olvidar tu nombre, y vas a ser sólamente parte de mis malos recuerdos.

jueves, 11 de julio de 2013

Abajo de la máscara

Todo el mundo se hace el poético, el bohemio y el filósofo con la frase de "just smile", o pelotudeces parecidas, pero qué saben ellos de la cantidad de veces que lloramos en silencio para que nadie nos escuchara? Qué saben de las lágrimas que reprimimos por miedo a que alguien nos viera? Qué saben ellos de los innumerables nudos en la garganta que nunca pudieron descargarse, o las veces que lloramos en la ducha para que nadie nos escuchara? Las lágrimas secas, esas que sabemos que están pero no caen porque no tienen que hacerlo, porque no las dejamos, las retamos. Cuántas veces fingimos estar bien? Cuántas veces pretendimos sonreír cuando estábamos quebrados adentro? Cuántas veces pretendimos ser fuertes? Era opción no serlo? Realmente podíamos llorar? Podíamos demostrar lo que sentíamos por dentro? Esas lágrimas, las invisibles, las que nunca se dieron a conocer, las que demuestran sensibilidad y... fragilidad? Esas son justamente las lágrimas que más mal hacen. Las que dejan marca, las que demoran mucho tiempo en enjugarse.
Las más difíciles de secar.

domingo, 30 de junio de 2013

Desconocimiento

No sé quién te pensás que sos. No se quién te creés como para dejarme toda la semana sin saber nada de vos, sin que me hables, sin enterarme de tu vida, y el fin de semana me hablás, como si nunca hubieras echo algo malo, como si me hubieras dado pelota toda la semana. No soy tu juguete, no soy tu puta. Para que te quede claro, no voy a donarme tan estúpidamente solo porque me gustes. No estoy para que me uses, no vivo para que te aproveches de que tenés todo lo que me encanta. Por una vez en la vida voy a saberme valorar, voy a pensar un poquito más en mí, voy a dejar que si estás interesado en algo, me busques como yo lo hice durante tanto tiempo. Es tu turno de romperte el orto tratando de que esto funcione. 
Pero, ¿hasta cuándo flaco? Hasta cuándo vas a seguir hablando con todas tus chapantes? Hasta cuándo vas a seguir tirándole a quince minas más, y después venís a mí, que para vos soy otra del montón? Te tienen ganas todas, y te aprovechás del levante, tenés el ego por los cielos, y necesitás urgentemente a alguien que te baje del pony. Sabés qué? Para mí, sos solamente un pibe más, no sos mi dios, no sos mi platónico, ni lo vas a ser, no pretendas ser algo más para mí que un chico lindo, con buena personalidad, y el idiota que me enamoró. Porque no lo vas a lograr. Procurás ser el bombón que atrapa todos los corazones femeninos, te la tirás de rompecorazones y te hacés el anchito con todos tus amigos, pero nene, no te sale. O por lo menos, conmigo no. Te conozco demasiado como para caer en todas tus mentiras. Tengo bien claro quién sos, y quién fingís ser. Dónde se quedó toda tu humildad? Ah, ya sé. En mis recuerdos nomás. Cuando yo te conocí no eras así. No sabías que todas te "amaban", todas se te entregaron, y así te cambiaron, te hicieron alguien completamente egocéntrico. Y así somos las mujeres, nos hartamos de subirles el ego a los pibes, nos hartamos de declararnos y darles cada vez más razones para volverse gatos, mentirosos. Así como vos, felino profesional, con fama de "winner" por la cantidad de minas que pasaste por tu habitación, por la cantidad de corazones que rompiste, por todas las mujeres a las que desalmaste y besaste para después dejarlas ahí, prendidas, enamoradas, tiradas. 
Capaz lo peor de todo es darme cuenta que puede ser que haya sido yo la que te hizo así, por no haberte aprovechado cuando supuestamente estabas "enganchadísimo" conmigo, porque por despechado fuiste y te hiciste a todas las minas que pudiste, así yo me ponía... em, celosa? Lamentablemente negro, tampoco te salió. Lo único que lograste fue hacerme darme cuenta de lo pelotudo que eras, porque a pesar de que en ese momento no te di cabida, sí, me gustabas. Y aunque lo seguís haciendo, ni en pedo me dejo llevar por tus encantos, ni en pedo vuelvo a pasar por lo mismo, y vas a tener que ser PERFECTO como para que vuelva a tener ganas de arriesgarme de esa forma. Porque para mí, no sos otra cosa que un gatito arrepentido. Y esta, mi amor, esta vez no te la creo.

sábado, 29 de junio de 2013

Te lo dije

Suponé que te llame esta noche y te dijera que te amo
y suponé que dijera que quiero volver 
y suponé que llorara y dijera que finalmente aprendí mi lección 
y estoy cansada de pasar todo este tiempo sola. 
Si te dijera que me di cuenta que sos todo lo que siempre quise 
y me esta matando estar tan lejos 
me dirías que vos también me amás? 
y lloraríamos juntos... 
o te reirías de mi y dirías 

"Te lo dije, te dije que algún día volverías suplicando 
y pidiéndome que te acepte de nuevo 
te lo dije, pero te tuviste que ir.
Ahora encontré a alguien nuevo 
y nunca más me vas a romper el corazón en dos." 

Y si me pusiera de rodillas y te dijera que siempre fui tuya 
te arrodillarías también y tomarías mi mano? 
Volveríamos a sentir lo mismo? 
Reiríamos y hablaríamos por horas, como solíamos hacer cuando nuestro amor apenas empezaba? 

Me dirías que me extrañás también? 
Y que estuviste tan solo, esperando el día en el que volviera?
Y que vivamos y nos amemos por siempre,
Y que ahora soy solo tuya,
O dirías que los roles finalmente se dieron vuelta? 



Dirías, "Te lo dije, te dije que algún día volverías suplicando 
y pidiéndome que te acepte de nuevo 
te lo dije, pero te tuviste que ir.
Ahora encontré a alguien nuevo y 
nunca más me vas a romper el corazón en dos."


Lamentablemente, esa frase, fue exactamente lo que me dijiste.
Lamentablemente, no sentimos lo mismo, no volviste a quererme. En realidad, no sentiste lo mismo. Porque yo te sigo queriendo. 
Lamentablemente me la jugué al pedo, te aposté la vida, quise salirme con la mía y volver a vos arrepentida, pero vos no quisiste.

lunes, 24 de junio de 2013

Amor

¿Por qué es tan complicado el amor? ¿Por qué no puede ser fácil, sin orgullos ni inseguridades, sin celos, sin complejos? ¿Dónde quedó ese romance de película donde se besan a más no poder, se entienden y se aman con locura?
¿Dónde quedan las parejas que nunca fueron? ¿Dónde quedó lo que nunca fuimos nosotros? ¿A dónde se van los besos que nunca se dieron? ¿En dónde quedaron las palabras que una vez pensadas, no se dijeron? 
Es difícil de entender cómo dos personas, queriéndose tanto, no están juntas por orgullo.
Es complicado de aceptar cuando estás enamorado.
Porque uno no se quiere enamorar, no quiere volver a pasar por lo mismo, porque el amor es sufrimiento, el amor es una mentira.
O capaz no es el amor quien tiene la culpa, sino las personas. Los pibes que nos hacen mal, los que a pesar de todo les perdonaríamos cualquier cosa y aunque nos partieron el corazón en mil millones de pedacitos los volveríamos a elegir.
El amor... Ay, qué difícil es tratar de definirlo como algo en concreto. ¿Qué carajo es el amor? Cuando ya se perdió la fe, cuando no quedaron más esperanzas de volver a encontrarlo, ¿a quién se le puede llegar a cruzar por la cabeza que esa simple palabra de cuatro letras, con millones de significados, existe?
Hoy yo puedo decir que para mí el amor no es nada, es una molestia que se tiene adentro tuyo cuando una persona te importa más de lo que debería.
Al final te terminan lastimando, terminás echa mierda y rogándole al pibe que vuelva porque lo necesitás para vivir, es tu oxígeno, es la adrenalina, es todo junto en vos. Y le contás a tus amigas todas tus desgracias, pensando que ellas te pueden ayudar a sacarte este sentimiento tan estúpido que tan mal te hace. Y hartás a todos hablándoles de él.
¿Y dónde quedaron los "te quiero" que nos dijimos? ¿Dónde quedaron los planes? ¿En dónde se metieron las ilusiones? Capaz se fueron volando con todas tus mentiras. Con todos tus inventos, tus fingidas y la cantidad de chamuyos que me dijiste y yo me comí.
Aún así, con todos tus defectos, con lo mal que me hiciste, sumando a que ahora no estés y te extrañe con todo mi ser, me enamoré de vos, lamentablemente.
Habrá que olvidar, habrá que dejar pasar... y si no se puede, habrá que aparentar que sí; no se puede mostrar tanta debilidad ya habiéndolo dado todo, habiendo confiado tu corazón, tu persona y tu cariño a alguien que capaz sólamente quería un beso, una aventura, una noche más de salir a enamorar.
Eso es el amor, es un mejunje compuesto por cosquillas en la panza, latidos más fuertes de lo normal, pérdidas en los ojos de otro, deseo de labios ajenos y necesidad de ser correspondencia.
Y en realidad la pregunta no es qué, sino quién. Quién es el amor. Y ahí viene a la cabeza él. Y ahí perdés todo, ahí te colgás de nuevo pensando en él, trayendo a la mente recuerdos, pasándote las memorias por el corazón.
Te diste cuenta, no lo podés evitar,
estás enamorada.

domingo, 16 de junio de 2013

Volviendo a ser 2 extraños

Por qué siempre que empiezo hablando de algo termino hablando de vos? Mi cabeza me tiene harta pensándote. Ni siquiera sé qué es lo que siento, porque de una forma te extraño, te sigo stalkeando, sigo preguntándome que pasará por tu cabeza cuando me nombran al frente tuyo, sigo poniéndome mal cuando salís y yo no, sigo muriéndome de celos cuando estás con otra, con cada cosa que hablás con tus amiguitas, con cada cosa que ocultás para que no lea, o peor, con cada cosa que exponés para que sí lo lea y me muera de impotencia por no poder hacer nada, porque te me fuiste de las manos y eso que te tenía en mi palma. Te boludié, lo admito. Busqué tenerte cuando quisiera, cuando necesitara una diversión, cuando me hiciera falta olvidarme de otro. Y aprendí que no es así, porque lo que empieza como un juego puede terminar en serio, porque me gustaste y no sé si seguís haciéndolo. Y te cansaste, te fuiste y me dejaste acá sola, extrañándote porque al fin me decidí, decidí estar con vos y remarla para que algo pase, pero vos ya te habías ido. Ahora no sé qué hacer, traté de hacerte volver atrás, para que empecemos de nuevo y pueda sentirte mío pero no, vos frío, distante y firme me aclaraste que ya había sido demasiado, que no querías nada más porque te habías hartado. Y eso pasa justamente, las personas se cansan. Fuí una pendeja de mierda, fui inmadura y no te supe aprovechar. No me di cuenta de cuánto me importabas hasta que te dejé de importar. Acá estoy, llorando no de tristeza sino de bronca, porque no te tengo y tampoco te voy a tener, porque sos inalcanzable y ya te chupo un huevo, cuando vos a mí me seguís importando. Cambiamos los roles. Yo, inútilmente insistiendo enganchadísima, con el Record Guiness en extrañarte y que no te importe, y vos ignorándome como estúpido.
Me enferma tener que abandonar el juego, odio tener que obligarme a autoconvencerme de que te olvide, y me resulta extremadamente difícil despedirme, y no por orgullo, sino porque no quiero que te vayas y tampoco quiero irme.
Pero siempre es así, busco lo que no puedo conseguir, y por eso te quiero tanto, por esa estupidez eterna de perseguir lo que me hace mal.
Capaz lo más triste y lo que más me embronca es tener que ocultar que estoy mal, que me importás, que todavía te espero y siempre lo voy a hacer. Porque de nada sirve decirte lo que siento si te me vas a cagar de risa, y quedo como la nenita que se arrepiente de nuevo. Lamentablemente marcaste mi vida, y voy a estar bastante tiempo tratando de cortar con esta pelotudez que es quererte tanto. Me lo repito mil veces, no tendría que haberme enamorado; me reto a mí misma y me pongo en penitencia por no haber podido frenar a mi corazón, por haber roto la promesa de no enamorarme; y me sigo preguntando constantemente si soy así de fácil de olvidar.

martes, 19 de febrero de 2013

Amigos sin derechos

Te cuenta todos sus problemas, se descarga con vos, lo viste llorar, dormir, y sonreírte mil veces al día.
Le das todos los consejos que podés, lo cuidás más que nadie, se tienen toda la confianza del mundo.
Tenés dos hombros para que llore, dos oídos para escucharlo, y una boca para susurrarle que todo va a estar bien, siempre que está mal.
Se queja de las minitas que no lo valoran, de que lo engañan, que lo boludean... y vos ahí pensando "yo te podría hacer feliz..."
Pero lástima, es un amigo, tu mejor amigo.
Y no querés perder la amistad, pero te duele muchísimo saber que nunca te va a dar bola, o que si él también se quiere nunca se va a poder, porque si todo termina algún día nunca más van a volver a hablar, y sufrís con solamente pensar en no escuchar su voz todos los días.
Lo amás, con todos sus defectos y virtudes. Tus amigas te dicen que estás loca, pero a vos te sigue pareciendo hermoso y perfecto.
Amás su risa, aunque él diga que la odia, adorás sus abrazos de oso, sus besitos tiernos en el cachete, su cara de serio, sus labios, sus dientes perfectos, sus escenas de celos, amás la profundidad de sus ojos.
Sus ojos. Te morís imaginando que fueran tuyos esos ojos, y que te miraran solo a vos.
No le cambiarías nada, ni le pedirías que cambie por vos. Porque te encanta, te encanta así como es.
Y cada día te enamorás más. Creés que sus manos encajan perfectamente en las tuyas, repetís en tu mente cada palabrita que te dice, y cuando lo tenés cerca deseás con todo tu ser que ese momento nunca se termine.
¿Y qué podés hacer? ¿Decirle y arriesgarte a que se arruine la amistad o quedarte callada para siempre ocultando tus sentimientos? Es elección tuya jugártela por todo o no.
Qué difícil se vuelve tratar de sacarte de la cabeza a alguien que tenés tan adentro en tu corazón.

Qué dificil es pedirle al corazón que no sienta más.

domingo, 27 de enero de 2013

Instrucciones para SER FELIZ



1) Pausá la música del reproductor.
2) Entrá a Youtube y poné esa canción con la que estarías toda una vida bailándola.
3) Sumergite en ese ritmo repetidizo y pegadizo que te hace acordar a esos momentos de locura con tus amigas, de noche, moviéndote y descontrolándote.
4) Encontrá adentro de tu memoria esos besos, esas bebidas, esos recuerdos.
5) Imaginate muchos más. Soñá con el beso de tu platónico, con los bailes encima de la barra, con ese vestido sujerente, con esos zapatos altísimos.
6) ¿Para qué soñar?


Podés dejar de deprimirte por ese idiota y estar con amigas, amigos, chicos, gente distinta. Salí a bailar, empezá a probar otros labios, otra presencia, otro calor. Demostrale que podés ser feliz sin él. Porque podés. Tenés a tus amigas, esas personas incondicionales y locas que siempre van a estar al lado tuyo, tenés comida, tenés música. ¿Y necesitás a un pelotudo para sonreír? Empezá a darte cuenta que hay personas que van a saberte aprovechar, que no dudarían un segundo en tenerte. Esas personas que te valorarían, que sabrían tratarte mucho mejor y que te demostrarían lo loca y divertida que puede ser la vida.

Buscá nueva gente, buscá un ambiente distinto, tomate de todo, disfrutá de las fiestas, hacé valer la vida como se debe.
¿Qué esperás? Levantate, llamá a tus amigas y organizá. Abrí tu placard, sacá ese vestidito ajustado y corto, ese que te compraste sabiendo que nunca lo ibas a usar, y ponételo. Usá los tacos más altos que tengas, pintate los labios de rojo y salí a conquistar.
Bailá hasta que se te cansen las piernas, acercate a ese chico rodeado de chicas y demostrales que si zorras ellas, ¿por qué vos no?
Conquistalo, no le digas tu nombre y dejá en manos del destino que vuelva a saber de vos.
Hacelo todo, tomate los tragos más raros que hayas podido conocer.
Y cuando llegues a tu casa caminando como un pato mareado, cuando apagues el celular y te acuestes con esa sonrisa en los labios, ahí vas a saber que vos también podés brillar.

Y repetilo mil noches.