lunes, 24 de junio de 2013

Amor

¿Por qué es tan complicado el amor? ¿Por qué no puede ser fácil, sin orgullos ni inseguridades, sin celos, sin complejos? ¿Dónde quedó ese romance de película donde se besan a más no poder, se entienden y se aman con locura?
¿Dónde quedan las parejas que nunca fueron? ¿Dónde quedó lo que nunca fuimos nosotros? ¿A dónde se van los besos que nunca se dieron? ¿En dónde quedaron las palabras que una vez pensadas, no se dijeron? 
Es difícil de entender cómo dos personas, queriéndose tanto, no están juntas por orgullo.
Es complicado de aceptar cuando estás enamorado.
Porque uno no se quiere enamorar, no quiere volver a pasar por lo mismo, porque el amor es sufrimiento, el amor es una mentira.
O capaz no es el amor quien tiene la culpa, sino las personas. Los pibes que nos hacen mal, los que a pesar de todo les perdonaríamos cualquier cosa y aunque nos partieron el corazón en mil millones de pedacitos los volveríamos a elegir.
El amor... Ay, qué difícil es tratar de definirlo como algo en concreto. ¿Qué carajo es el amor? Cuando ya se perdió la fe, cuando no quedaron más esperanzas de volver a encontrarlo, ¿a quién se le puede llegar a cruzar por la cabeza que esa simple palabra de cuatro letras, con millones de significados, existe?
Hoy yo puedo decir que para mí el amor no es nada, es una molestia que se tiene adentro tuyo cuando una persona te importa más de lo que debería.
Al final te terminan lastimando, terminás echa mierda y rogándole al pibe que vuelva porque lo necesitás para vivir, es tu oxígeno, es la adrenalina, es todo junto en vos. Y le contás a tus amigas todas tus desgracias, pensando que ellas te pueden ayudar a sacarte este sentimiento tan estúpido que tan mal te hace. Y hartás a todos hablándoles de él.
¿Y dónde quedaron los "te quiero" que nos dijimos? ¿Dónde quedaron los planes? ¿En dónde se metieron las ilusiones? Capaz se fueron volando con todas tus mentiras. Con todos tus inventos, tus fingidas y la cantidad de chamuyos que me dijiste y yo me comí.
Aún así, con todos tus defectos, con lo mal que me hiciste, sumando a que ahora no estés y te extrañe con todo mi ser, me enamoré de vos, lamentablemente.
Habrá que olvidar, habrá que dejar pasar... y si no se puede, habrá que aparentar que sí; no se puede mostrar tanta debilidad ya habiéndolo dado todo, habiendo confiado tu corazón, tu persona y tu cariño a alguien que capaz sólamente quería un beso, una aventura, una noche más de salir a enamorar.
Eso es el amor, es un mejunje compuesto por cosquillas en la panza, latidos más fuertes de lo normal, pérdidas en los ojos de otro, deseo de labios ajenos y necesidad de ser correspondencia.
Y en realidad la pregunta no es qué, sino quién. Quién es el amor. Y ahí viene a la cabeza él. Y ahí perdés todo, ahí te colgás de nuevo pensando en él, trayendo a la mente recuerdos, pasándote las memorias por el corazón.
Te diste cuenta, no lo podés evitar,
estás enamorada.

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