domingo, 27 de enero de 2013

Instrucciones para SER FELIZ



1) Pausá la música del reproductor.
2) Entrá a Youtube y poné esa canción con la que estarías toda una vida bailándola.
3) Sumergite en ese ritmo repetidizo y pegadizo que te hace acordar a esos momentos de locura con tus amigas, de noche, moviéndote y descontrolándote.
4) Encontrá adentro de tu memoria esos besos, esas bebidas, esos recuerdos.
5) Imaginate muchos más. Soñá con el beso de tu platónico, con los bailes encima de la barra, con ese vestido sujerente, con esos zapatos altísimos.
6) ¿Para qué soñar?


Podés dejar de deprimirte por ese idiota y estar con amigas, amigos, chicos, gente distinta. Salí a bailar, empezá a probar otros labios, otra presencia, otro calor. Demostrale que podés ser feliz sin él. Porque podés. Tenés a tus amigas, esas personas incondicionales y locas que siempre van a estar al lado tuyo, tenés comida, tenés música. ¿Y necesitás a un pelotudo para sonreír? Empezá a darte cuenta que hay personas que van a saberte aprovechar, que no dudarían un segundo en tenerte. Esas personas que te valorarían, que sabrían tratarte mucho mejor y que te demostrarían lo loca y divertida que puede ser la vida.

Buscá nueva gente, buscá un ambiente distinto, tomate de todo, disfrutá de las fiestas, hacé valer la vida como se debe.
¿Qué esperás? Levantate, llamá a tus amigas y organizá. Abrí tu placard, sacá ese vestidito ajustado y corto, ese que te compraste sabiendo que nunca lo ibas a usar, y ponételo. Usá los tacos más altos que tengas, pintate los labios de rojo y salí a conquistar.
Bailá hasta que se te cansen las piernas, acercate a ese chico rodeado de chicas y demostrales que si zorras ellas, ¿por qué vos no?
Conquistalo, no le digas tu nombre y dejá en manos del destino que vuelva a saber de vos.
Hacelo todo, tomate los tragos más raros que hayas podido conocer.
Y cuando llegues a tu casa caminando como un pato mareado, cuando apagues el celular y te acuestes con esa sonrisa en los labios, ahí vas a saber que vos también podés brillar.

Y repetilo mil noches.